ESCRIBIDME A:
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PIEL DE SERPIENTE
Sidney Luymet realiza una interesante adaptación de la obra teatral de Tennessee Williams “Orpheus descending”, que a su vez es una revisión propia de la obra “Battle of Angels”, y guioniza el propio dramaturgo junto a Meade Roberts. Es un relato con el clásico temario de Tennessee, personajes disfuncionales, obsesivos, adictos, al límite, solitarios, tortuosos dramas familiares, relaciones matrimoniales tempestuosas, con infidelidades, pasiones desatadas, machismo, represión sexual, desarrollado en un increscendo de fuerte intensidad que desemboca en un drástico final, ello enmarcado normalmente en el sur de USA que tanto marca la personalidad de los personajes, pues un poco de todo esto tiene el film, con un gran inicio, con extraordinarias actuaciones de Marlon Brando, Anna Magnani...segundo trabajo de ambos en una obra de Williams, Brando en “Un tranvía llamado deseo” y ella en “La rosa tatuada” y Joanne Woodward, siendo esto potenciado en su sobreactuado final. En 1960, en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, ganó la Concha de Plata Sidney Lumet el Premio Zulueta, y el de Mejor Actriz a Joanne Woodward. Tennessee escribió la obra con Brando y Magnani en mente como protagonistas, y ellos dos son la salsa del film, cuando los dos están juntos saltan chispas, para un melodrama con paralelismos con “El mito de Orfeo y Eurídice”, el halo trágico que envuelve a los amantes, la música como elemento enamorador, o la referencia a la serpiente, un relato con tintes románticos con bastante de crítica social, arremetiendo contra la hipocresía, los prejuicios, la intolerancia, el racismo, ello enclaustrado en una comunidad cerrada del sur profundo de los USA, donde las pasiones, obsesiones, odios, celos, y furia, provocan que la violencia latente en esta conservadora comunidad sureña, provoque un terremoto de ira. Un drama que remarca y moldea a los personajes, un desarrollo de opresión psicológica, donde los personajes evolucionan mediante diálogos adustos, iracundos, pasionales, hirientes, punzantes, afilados, con momentos de enorme crueldad, donde las más bajos instintos sacan a relucir lo más mezquino de la Naturaleza Humana, con el peso de su pasado, en lo que es una reflexión ácida sobre la perversión moral.
La cinta está rociada de recursos estilísticos de fuerte simbología visual y sensorial que entronca con el dramaturgo Williams, de gran influencia freudiana: Como la chaqueta de piel de serpiente, a modo de que Val es la “Serpiente” del Paraíso que porta en sí mismo, su atractivo, la manzana de la discordia; El simbolismo de la llegada de Val a Two Rivers, en medio de una lluvia, símbolo de la tormenta pasional que le acompaña, a esto sigue cuando debe dormir entre rejas, símbolo de un pasado del que es preso; Las constantes referencias al fuego, el clima de calor se respira como antesala del fuego que hará arder todo lo bueno, el fuego que hizo arder el jardín familiar de Lady Torrance, y al propio padre, desembocando en el clímax fogoso en que otra vez el anhelado “Paraíso” volverá arder, no dejando esperanza a un mañana mejor. Hay tramos y personajes que deriva en situaciones un tanto confusas, como el comportamiento errático de Carol, ejemplo de esta nebulosa que envuelve a algunos personajes es cuando Val ve a Vee ir dando tumbos por la calle principal del pueblo, en pleno día, gritando que se ha quedado ciega, Val quiere ayudarla, pero aparece el Sheriff, su marido y se la lleva bajo amenazas a Val, no se entiende lo que ha ocurrido, al parecer en la obra de teatro está bien explicado... Creo que es un pequeño error de guión y cabe achacarle también a unos secundarios bastante exagerados, el del sheriff cae en la caricatura grotesca, en demasía sobreactuado, sobrepasado en su explosión incendiaria. Menciono el paralelismo entre el personaje de Val con el de Sailor Ripley (Nicolas Cage) en “Corazón Salvaje”, dos fetichistas carismáticos que sienten su chaqueta reptiliana como símbolo de su individualidad y de su libertad personal, estoy seguro que David Lynch se inspiró en Val para su protagonista.
La puesta en escena salva con mérito las barrearas que impone la procedencia teatral, con un notable diseño de producción de Richard Sylbert, siendo protagonista la tienda de lady Torrance, lugar amplio, con simbolismos claros como los maniquíes testigos mudos del drama, o el bucólico entorno de las ruinas del casa familiar de Lady, o la evocadora confitería, rodada en sus exteriores en Milton (Nueva York), esto enaltecido por la meritoria fotografía de Boris Kaufman, en glorioso b/n, manejando con soltura el contraste entre los soleados exteriores y los apagados interiores, con ultra expresivos primeros planos, ejemplo el radiante inicio con Brando, o el idealizado bosque que vemos con los rayos de sol colándose entre las ramas, a esto se suma la música de Kenyon Hopkins, adecuándose bien al tono taciturno de la historia y a su entorno del sur USA, con melodías de jazz y blues, añadiéndose asimismo una canción con letra de Tennessee Williams y música de Hopkins, “Blanket Roll Blues”, de resonancias sureñas. Marlon Brando realiza un gran trabajo, da credibilidad a su complejo personaje, magnífica esa segunda piel que es su chaqueta de piel de serpiente, de pose intensa, con magnetismo, con sensualidad, se mueve flotando por la pantalla, trasluce hondura trágica, excelente, brillante en su presentación con ese potente primer plano declarando ante el juez. Anna Magnani estupenda en su ambiguo rol de frustrada e infeliz esposa de un tipo repelente, emite amargura, melancolía, y cuando está con Brando su ilusión es notoria, buena actuación. Joanne Woodward como problemática chica, borrachina y lujuriosa derrocha sensualidad, dejando entrever su fragilidad ante un entorno que la asfixia. Maureen Stapleton en sus pocas escenas denota iser buena actriz, exhibiendo gran gama de sentimientos tristes, infelices, conmoviendo por su efervescencia interior. Victor Jory notable en su encarnación de la villanía retorcida, agria, sádica, a lo que ayuda su imagen sudorosa, con ese peinado mugriento. RG Armstrong como el sheriff tiene un cinismo de violencia moliente.
Momentos recordables: Su impactante arranque, un plano sostenido de cinco minutos en los que ante el juez se nos presenta el protagonista “Piel de Serpiente”, magnífico el carisma y atracción animal que destila, sensacional la fábula que le cuenta Val al juez de cómo se siente, se compara con pájaros sin patas, que nunca pueden tomar suelo, deben mantenerse volando siempre sobre el cielo, por encima de halcones depredadores que podrían dañarlos, duermen en el viento, sólo toman tierra cuando mueren, estremecedor en su evocación nostálgica; La inquietante para de Val en casa del sheriff, un torrente lluvia en la calle, la esposa del agente está sola y mantiene una inquietante conversación melancólica con “Piel de Serpiente”; La primera aparición de Lady Torrance, de modo casi desapercibido tras su marido enfermo entrando en la tienda, el marido desaparece y ella queda un instante quieta frente a la cámara; La visita que le lleva Lady Torrance a Val a las ruinas de lo que fue el hogar de ella y su familia, donde su padre fue quemado vivo, símbolo de la intolerancia del entorno que la ahoga, símbolo del Paraíso perdido, de la inocencia destrozada; El encuentro entre Lady Torrance y David Cutrere (John Baragrey) en la tienda donde quedan a la luz los fantasmas de ella, sus miedos, y esperanzas rotas El tramo final, empieza con Val y lady en la “Confitería”, de reminiscencias oníricas, evocación de lo que ella quiere recuperar, el entorno de su niñez, recuperar su felicidad, ello en un lugar adornado cual capilla para bodas, con envoltura, flores, con lucecitas, todo reluciente y festivo, Lady cuenta una historia de una higuera estéril que de pronto una primavera dio frutos y ella adornada con todo tipo de oropeles, en alegoría de cómo se siente embarazada, y esto desemboca en la entrada del “Demonio”, Jabe irrumpe metiendo fuego a todo, la mesura se sobrepasa en un clímax que se le va de las manos al realizador, con tiros a diestro y siniestro, con una entrada de bomberos asesinos al local, empujando a Val al fuego, en la historia del brando actor es raro de uno de sus films en los que no es, acribillado o vejado, este no es excepción; Frase de “Piel de Serpiente” <Mi temperatura es siempre un par de grados por encima de lo normal, lo mismo que un perro>. En conjunto queda un brillante film....
Marlon
Brando y Tennessee Williams, dos agentes coetáneos destinados a entenderse.
Marlon admiró la obra del dramaturgo hasta sus últimos días,
de hecho, se dio a conocer gracias a Un Tranvía Llamado Deseo. A
raíz de ello, su interpretación es brillante, encarnando la piel de un lobo
solitario en busca de redirigir su vida. Igual que en La gata sobre el tejado de
zinc, encaja mejor sobre un escenario. Según el mito clásico griego, Orfeo, hijo
de Apolo, podía encantar bestias al tocar su lira, tal es así que pudo rescatar
a la bella Eurídice del inframundo mientras los cancerberos dormían bajo el
influjo de su arte. The fugitive kind, está basada en la obra teatral El
descenso de Orfeo, de Tennessee Williams, que busca adaptar la leyenda antigua a
su tiempo.
El protagonista de la película, el Orfeo, es Valentín ‘Snakeskin’
Xavier, un músico vagabundo y algo problemático que recala en un pequeño pueblo
de Mississippi donde intentará poner coto a su desenfreno y llevar adelante una
vida más calma. ‘Uno no es tan joven cuando tiene 30 años y estuvo de fiesta
desde los 15’, dice, en ese inglés mascullado tan característico,
dice
Marlon Brando cuando le preguntan su edad.
El dilema que atraviesa Xavier está planteado entre dos mundos,
el primero es el de donde él proviene, que consiste en la errancia, la música y
un contacto frecuente con el delito. El otro, al que parece querer acceder,
podría estar representado por un trabajo y una pareja estables, quizás una
familia.
El primer plano del
film muestra como Snakeskin está preso en una cárcel judicial, donde un oficial
le
saca para que declare ante un juez, que finalmente accede a liberarlo. El reo
cuenta que vendió su guitarra, a
la que
llama ‘compañera de vida’, a un local de empeños que luego robó, porque no
soportó la imagen de su tan preciado instrumento en esa vidriera. Se trata de un
delincuente menor, romántico.
En libertad, Snakeskin maneja su auto, que se estropea en una noche de lluvia torrencial. Frente al lugar en el que el vehículo se detuvo observa un hogar con la luz encendida, donde se dirige para intentar guarecerse de la lluvia. Allí se encuentra con una mujer muy amable que resulta ser la esposa del sheriff del lugar. En la planta baja tienen una celda, lugar que le ofrece para pasar la noche. Al parecer Snakeskin sale de una prisión para ingresar en otra, su situación de preso o condenado no se altera, al menos simbólicamente, por más que esté en libertad. En contraposición con la amabilidad de la dueña de casa, unos minutos más tarde aparece el sheriff, que junto con un par de colaboradores acaba de matar al anterior huésped de la celda, un joven preso por algún delito menor. La película está poblada de dualidades muy marcadas. Los posibles destinos de Snakeskin en un principio. Las características de los personajes secundarios en segundo lugar. Hay bondadosos, piadosos por un lado, violentos y racistas por el otro. La última disyuntiva que queda señalada en la película se da entre mujeres. Snakeskin, al día siguiente, y por la generosidad de la señora que lo hospedó, accede a un almacén de ramos generales en el que su dueña Lady Torrance busca contratar a un empleado. Antes de que puedan presentarlos irrumpe en la escena Carol Cutrere, una joven del lugar, de vida errante y compañera de juergas de Snakeskin. El personaje queda tensionado entre ambas. Lady es una mujer un poco mayor, que guarda una profunda tristeza y lleva adelante el negocio mientras en el primer piso del local, su esposo se encuentra postrado en una cama. La trama de la película se presenta, en todo momento, como densa... El destino que persigue a Snakeskin, las características de los personajes, las mujeres que se oponen, la presencia de la muerte en el piso superior de la tienda. Son muchos los significados y los textos que componen a la historia. En ciertos momentos el relato se torna demasiado dialogado y teatral, lo cual no quita que algunas escenas, por ejemplo cuando más adelante Lady le cuenta a Snakeskin su origen, estén extraordinariamente logradas y filmadas. Cuando el melodrama le deja espacio al pulso más cinematográfico de Lumet, The fugitive kind logra sus mejores momentos.
Sin duda una película de gran calado sobre la condición humana más mísera y cruel. Los instintos más bajos están fielmente retratados en unos personajes esclavos de sus pasiones y pasado. Todos ellos parecen maquillados de un baño de tristeza de la que nunca podrán desprenderse.Snakeskin lleva una chaqueta fabricada con piel de serpiente que revela su lado salvaje, libre y amante de la naturaleza, y Lady Torrance lleva siempre vestidos oscuros. Se inicia así una relación entre dos seres muy dispares, que quizás sean capaces de despertar, el uno en el otro, los cálidos sentimientos que cada uno guarda pugnando por fluir. Pero la felicidad no es un regalo sencillo de la vida, y por particulares circunstancias, para algunas personas las cosas son más difíciles que para otras. Así, Xavier se siente asediado por la Carole Cutrere quien lo anhela como compañía, y Lady aún carga con el peso de un marido enfermo. Y como si no fuera bastante, el entorno social es peligroso, teniendo que convivir con intolerantes verdugos que, cada tanto, se complacen dando palizas o linchando a los hombres que viven con la “maldición” de haber nacido con la piel oscura. Con un guión escrito por el mismo Tennessee Williams, basado en su obra teatral, Sidney Lumet, logra una recreación con aroma a tragedia.... Aqui es donde Williams deja plasmado el pútrido olor que para él emanaba de la sociedad norteamericana que le tocó padecer. Y lo hace dignificando una vez más a la mujer, mostrándola como víctima del machismo ramplón, pero haciendo acopio de una dignidad que la lleva a luchar con fortaleza y perseverancia contra toda detracción. Razones como estas, son las que una vez más explican el rechazo que la crítica tuvo a “PIEL DE SERPIENTE”. ¡Y claro! Es un filme que deja el corazón herido; despierta sentimientos de repugnancia contra el radicalismo de ciertos sectores de la sociedad; y demuestra que la especie masculina no juega limpio con las mujeres, a las cuales maltrata sin que se vislumbre siquiera una significativa reducción de tan asidua infamia. Marlon Brando y Anna Magnani, tras sus respectivos éxitos en “Un tranvía llamado deseo” y “La Rosa tatuada”, vuelven a ser considerados por sugerencia de Williams, para protagonizar con ímpetu y consagración, un drama difícil de olvidar, porque hace memoria de uno de los más largos y atroces períodos históricos por los que haya pasado la sociedad norteamericana.
El film suma drama, romance y crítica social. En el marco de una comunidad pequeña y cerrada del profundo sur, desarrolla pasiones que tienden a desbordarse al topar con los prejuicios y la intransigencia de las gentes del lugar. Se producen situaciones de gran dramatismo, que permiten el lucimiento de los actores. Los personajes se enfrentan a pasiones, odio, celos, rencor, rabia contenida, envidia y venganza; prejuicios machistas y racistas; enfermedades psíquicas y adicciones (alcoholismo... El marco rígido de una sociedad anclada en el pasado, afectada por la pulsación de contravalores como la intolerancia, la intransigencia y el dogmatismo, y sin hábitos de solución civilizada de conflictos, amplía la fuerza del drama y lo eleva a extremos que llevan la zozobra al espectador. La presencia oculta de las amenazas y su origen impersonal contribuyen a incrementar la tensión dramática. Pese a la intensidad de la obra y a su notable calidad, ésta alcanza niveles de fascinación y seducción como en “Un tranvía llamado deseo”, “La gata sobre el tejado de zinc”, “¿Quién teme a Virginia Woolf?” y otros dramas teatrales llevados al cine en los años 50 y 60 del siglo pasado. Con todo, se trata de un film interesante y absorbente. Es el segundo trabajo de Brando en un papel creado por Tennessee Williams y también de Anna Magnani. Los diálogos, abundantes y fluidos, están escritos con claridad y contundencia. Pese al componente teatral del relato, su transformación en obra cinematográfica está lograda, gracias a una adecuada fotografía y una oportuna puesta en escena, que logra salvar obstáculos y componer aciertos. La fotografía, de Boris Kaufman, reproduce el magnetismo de Brando, la sensualidad de Magnani y el erotismo de Joanne Woodward.... A través de imágenes se aporta al espectador más información sobre aspectos generales del relato. Las celdas de rejas que se ven en la casa del sheriff y en el juzgado de New Orleans presentan al protagonista como preso de su pasado y su destino. Las imágenes de la lluvia torrencial constituye un presagio del clima opresivo e incómodo que encontrará en el lugar. La dejadez de Val y Carol explican rasgos del tipo de vida de ambos protagonistas. Brando es presentado como un personaje fatigado, desmoralizado y consciente del paso inexorable del tiempo....Su piel de serpiente anticipa hechos trágicos.
Es evidente que el caldo de cultivo en
que se desenvolvió la vida de Tennessee Willians mantuvo su
inspiración teatral a un altísimo nivel. Piel de serpiente es una adaptación, en
la que él mismo colaboró, sobre una obra trágica.
Seguramente no le resultó a Willians demasiado difícil encontrar paralelismos
entre los sujetos clásicos y un buen puñado de sureños que él había conocido en
profundidad. Es lo que tiene la maldad meridional USA...sobran
candidatos para estar representados.
A destacar, efectivamente, ese primer plano que inicia el relato y esa comparativa que establece entre su vida y la de aquellos pájaros sin patas, que duermen en el aire amenazados por halcones que vuelan más alto, y que solo toman tierra para morir.
Sostenida por las descomunales interpretaciones de Marlon Brando y Anna Magnani.....Piel de serpiente es una película áspera, fría, cargada de sexo, aunque todo sea más insinuado que obvio, y el resultado, de la mano de Lumet, es sobrio, trágico y teatral, como no podía ser de otro modo, siendo textos del gran Tennessee Willians.